Durante los trabajos de restauración del templo (2010-2014) se realizaron hallazgos en las paredes de la antesala a la sacristía y de la zona de la nave gótica.
En la primera se encontraron pinturas renacentistas de principios del siglo XVI de bella factura, con representaciones de diversos pasajes bíblicos: la Anunciación, la Crucifixión de Jesús y su Resurrección. También aparecen San Pedro y San Pablo.
En la primitiva nave gótica encontramos frescos con imágenes de la vida de Cristo y el hueco del Sagrario primitivo, labrado en piedra, que ya aparece en las descripciones sobre la iglesia de alrededor del año 1.500.