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En la nave gótica, encontramos a los “3 patrones de Yeste”: -a los lados, en retablos gemelos del siglo XVIII, encontramos una imagen del Apóstol Santiago peregrino (s XVI) y otra de San Bartolomé (s XX). - Mas centrada, la talla de “la Asunción” (siglo XVI)
A los lados, en retablos gemelos del siglo XIX, encontramos a San Bartolomé, patrón de Yeste, (tallada en 1945 por el escultor murciano Sánchez Lozano) y a Santiago Apóstol (s XVI). También del siglo XVI en la talla de “la Asunción” que formaba parte junto con la de Santiago del primitivo Altar Mayor de la nave gótica, cuyo autor fue Juan de Orea. Durante décadas ocupó la parte central del altar y es curioso que su talla se encuentre inclinada, desafiando las leyes del equilibrio.
En un lateral del fondo de la nave gótica, flanqueando la puerta de acceso a la torre, encontramos unos montajes de reciente creación (realizados por la pintora y artesana Maria Luisa Cazorla con estética medieval) que recrean la historia de las Sagradas Reliquias y los Milagros que a ellas se atribuyeron.
La Torre del campanario es accesible por una escalera de caracol fabricada en piedra, que nos lleva hacia las bóvedas del templo y al campanario.
En su recorrido, en pisos intermedios se encuentra la “Biblioteca de la Torre”, mandada realizar por Juan Fernández de Cartagena, a la que dotó con numerosos libros enviados desde Roma, y que finalmente se incendió.
Tanto la biblioteca como la habitación superior sirvieron durante un tiempo como celdas eclesiásticas.
Mas arriba encontramos la “caseta del reloj” con su maquinaria del siglo XIX y el campanario bajo el chapitel.
En el fondo de la nave renacentista encontramos una capilla de reducidas dimensiones que fue la primitiva capilla de Bautismo.
Muy austera, su techo es de piedra de cantería, y contenía la pila bautismal del siglo XVI que ahora se encuentra en el altar.
Sobre ella se encuentra el coro que albergaba un magnífico órgano del siglo XVII, del que ahora solo queda la carcasa.
Durante muchos años tuvo uso de almacén y ahora alberga un gran Belén, propiedad de la A.C. Romeros de San Bartolomé; asociación responsable de la ultima y extensa restauración de la Iglesia.